Crónica
de dos días de ruta acompañando a los ganaderos trashumantes
Manuel Mohedano Herrero
Varios
miembros de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia hemos acompañado durante dos
días a unos ganaderos trashumantes que se dirigían hacia los pastos de invierno
en el Valle de Alcudia.
Como ya es tradicional cuando avanza el otoño
y las nieves comienzan a cubrir el suelo de la serranía conquense, varios
rebaños de ovejas merinas se trasladan desde esas tierras hasta los tranquilos
lugares del Valle de Alcudia para pasar aquí el resto del otoño, el invierno y
parte de la primavera, con un clima más suave y pastos para su alimentación: a
mediados del mes de mayo, las ovejas y sus pastores tomarán el camino de vuelta
a la sierra, huyendo del riguroso verano manchego y las ausencia de pastos.
Manuel y Antonio Cardo son dos hermanos
ganaderos de Vega de Codorno, Cuenca, de los pocos (y quizá de los últimos) que
realizan este traslado a pie, recorriendo durante algo más de veinte días los
tradicionales caminos de la ganadería trashumante, las cañadas, cordeles y
veredas, y también de la forma tradicional: comiendo y durmiendo junto al
rebaño, guiándolo y cuidándolo con la ayuda de sus fieles perros careas y
mastines y con escasas innovaciones introducidas, como la del vehículo de apoyo
y la del pastor eléctrico. El resto son largas jornadas, desde que amanece
hasta que se oculta el sol, sufriendo las inclemencias del tiempo, viento,
frío, lluvia, y hasta la incomprensión de algunos vecinos de las localidades
que atraviesan, que se fijan sólo en las molestias que el paso del rebaño pueda
causar en sus calles y olvidan los beneficios de esta forma tradicional de trasladarlo, y el respeto que
siempre se ha tenido a los pastores trashumantes (considerados medios de
comunicación entre vecinos, contacto de culturas y formas de vida respetuosas
con el medio ambiente), además del derecho que les asiste a transitar por las
vías pecuarias, con prioridad sobre el resto de viandantes y vehículos.
Como muestra de cariño y de respeto hacia
esta modalidad de ganadería trashumante, varios miembros de Ecologistas en
Acción-Valle de Alcudia llevamos unos años acompañando a estos ganaderos en sus
últimas jornadas del trayecto, intentando ayudarles en su travesía a lo largo
de Puertollano y su término municipal, ya que, a poco de dejar el redil que se
le prepara para pasar la noche, el rebaño tiene que olvidarse de la
tranquilidad del campo e introducirse entre el tráfico de vehículos y los
edificios del polígono escaparate (desde antiguo, tramo de la Cañada Real
Soriana Oriental), buscando la salida de Puertollano por las calles San
Sebastián, Conde Valmaseda y Apartadero de Calatrava, para aquí tomar el Cordel
de la Alcoba en dirección al Puerto de Mestanza y, después de atravesar el Río
Ojailén y seguir junto al carril-bici, llegar a la Dehesa Boyal. Aquí el rebaño
empieza a recuperar la tranquilidad y los frescos pastos, aunque todavía tiene
que cruzar por dos veces la carretera y subir la empinada cuesta que le permite
coronar el Puerto de Mestanza, no sin antes ser testigos, y modelos de
acompañamiento, de las fotografías de boda de una pareja que ha buscado el
bucólico fondo rural para las fotos de ese día tan especial para ellos.
La bajada del Puerto de Mestanza supone
introducirse en las tierras del Valle de Alcudia, ásperas al principio, pero
que enseguida toma la Cañada de la Dehesa Gamonita y la Vereda de la Antigua,
coincidente en su trazado con el antiguo camino de Mestanza a Puertollano,
empedrado en gran parte de su recorrido y sombreado por antiguos acebuches,
chaparros, encinas y coloridas cornicabras. Las ovejas parece que sienten ya la
proximidad de “sus” tierras (la mayoría de ellas ha nacido en el Valle) y
apaciguan su marcha, lo que les permite ramonear cualquier arbusto que se ponga
a su alcance.
Tras un corto recorrido por las ondulantes
colinas que preceden a la localidad de Mestanza, se llega a las proximidades de
la misma, pero poco antes de llegar a las casas del pueblo, los pastores
preparan el cercado en el que pasará el rebaño la última noche de su periplo,
vigilado y protegido por sus mastines, mientras ellos se pueden permitir el
lujo de cena caliente y dormir en un colchón, después de tantas noches de hacerlo en el suelo de la
tienda de campaña.
Al amanecer del día siguiente, ya están de
nuevo preparados para realizar el tramo final de su recorrido, que comienza
cuando el rebaño con sus pastores atraviesa las calles principales de Mestanza,
saludados por muchos vecinos que se asoman a las puertas de sus casas al oír el
sonar de los cencerros, para contemplar el ruidoso regreso de estos vecinos que
estarán con ellos medio año y ahora llegan ocupando todo el ancho de la calle.
Cruzado el pueblo, las ovejas continúan por
la Vereda de la Antigua, desarbolada en el primer tramo de su recorrido, pero
que pronto toma su aspecto de encinar adehesado, habitual en gran parte del
Valle de Alcudia, aunque ceñida a ambos lados por unas alambradas que apenas
respetan los veinte metros de anchura estipulada. La vereda pasa junto a la ermita
de la Virgen de la Antigua, patrona de Mestanza y de Solana del Pino, aunque
cada localidad celebra su romería en una ermita distinta, cosas de los pueblos.
La vereda continúa adentrándose en el Valle
de Alcudia y las ovejas acelerando su paso, como si presintieran la llegada a
su destino, hasta que, llegadas a una desviación del camino principal,
emprenden una alocada carrera dispuestas a ser las primeras que se desparraman
sobre la finca El Cañaveral, donde, ya sosegado el tránsito, van de un lado a
otro de la misma, pastando sin cesar.
Concluida la tarea, es hora de volver a
Puertollano para los acompañantes, pero la hospitalidad de los pastores y de su
familia, nos convence a acompañarlos en los alimentos, aperitivos y paella, que
rápidamente han preparado y que, sazonados con multitud de anécdotas y
ocurrencias, con la belleza del paisaje que nos rodea y con la esplendidez del
soleado día que hemos tenido, hace que todo nos sepa a gloria. Con la promesa
de un próximo reencuentro, hemos de despedirnos de nuestros amigos pastores
que, concluida la trashumancia, han de retomar las tareas de su sacrificado
oficio.
23 y 24 de Noviembre de 2014
Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia
Fotografías: Vicente Luchena
Manuel y Antonio Cardo