Crónica de la ruta cultural-senderista en el entorno
del Castillo de Salvatierra (Calzada de Calatrava)
Manuel Mohedano Herrero
El pasado domingo, 8 de octubre, Ecologistas en Acción-Valle de
Alcudia ha organizado y realizado una ruta senderista y cultural desde la
localidad de La Alameda hasta el castillo de Salvatierra.
Después de los
calores veraniegos, hemos reiniciado las rutas senderistas de esta temporada
con una marcha que aúna la actividad senderista con el conocimiento de la
historia y geografía de un lugar muy próximo de nuestro entorno, pero no por
ello suficientemente conocido. Y es que el castillo de Salvatierra, por
encontrarse en un estado de ruina avanzada, por estar construido a la “sombra”
de su imponente vecino, el castillo de Calatrava la Nueva, y por estar situado
dentro de una finca de propiedad privada, no ha podido ser visitado y conocido
por el público como lo ha sido su citado y próximo vecino.
Después de un
corto trayecto en autobús, llegamos al caserío de La Alameda en una mañana que
se presentaba fresquita. Comenzamos a andar por el camino señalizado como ruta
del Quijote, junto al arroyo de Belvís y a la sombreada alameda que da nombre
al lugar. Cuando salimos de esta arboleda, el sol empezó a calentar los cuerpos
y ánimos de los senderistas y ya no nos abandonó en toda la jornada, aunque hay
que reconocer que hacia el mediodía calentaba con extremada contundencia.
El camino
transcurre entre campos de labor, sin perder de vista en casi ningún momento
los dos castillos en la lejanía, y así llegamos a la pequeña localidad de
Belvís, también pedanía de Villanueva de San Carlos, que atravesamos en breve
espacio de tiempo y volvemos al camino serpenteante entre más campos de labor,
pero si cabe más pedregosos que los anteriores. Llegamos después a otras
manchas de álamos, bajo las que pastan y descansan unas vacas que apenas dejan
su actividad para observar a los senderistas que osan atravesar su territorio;
en los troncos de muchos de estos árboles tenemos ocasión de observar que están
infectados por hongos yesqueros (o yesca), que han acabado afectando y
pudriendo a bastantes de ellos. La yesca era muy utilizada en la antigüedad
para iniciar el fuego y como antihemorrágico.
Continuamos
nuestra marcha y llegamos hasta el camino que sube hasta el montículo rocoso
sobre el que se asienta el castillo de Salvatierra, cuya torre del homenaje va
acentuando su poderío a medida que nos acercamos a ella. Después de una breve
introducción a la historia del lugar y su relación con la Orden de Calatrava y
las batallas de Alarcos y Las Navas de Tolosa, iniciamos la subida por la
escarpada pendiente que da acceso a las ruinas del castillo, accidentada por la
gran cantidad de rocas sueltas y escombros que la cubren: una vez arriba, nos
dedicamos a recorrer los espacios que aún se conservan del recinto, las bóvedas
que encierran amplias estancias, los muros asentados sobre las rocas, que dejan
entrever las dificultad de tomar un castillo así por la fuerza y, sobre todo,
la impresionante panorámica de la llanura entre Aldea del Rey, Calzada y
Granátula de Calatrava, así como la no menos extraordinarias vistas del vecino
castillo de Calatrava la Nueva.
Tras un buen rato
dedicado a estas contemplaciones, iniciamos con cuidado el descenso del
castillo para volver al camino de regreso al llano, y desde aquí tomamos de
nuevo la ruta del Quijote que nos lleva hasta el restaurante en el que una reconfortante
comida con los compañeros de senderismo pondrá fin a esta jornada. El autobús
nos lleva de regreso a Puertollano.
Fotografías: Vicente Luchena
Fotografías: Pilar Benavente
Fotografías: María Dolores Gómez Coello